Gobernador y Superintendente de la Policía señalan deficiencias en la supervisión de la uniformada.

Foto EDLP

El Diario la Prensa reporta la visita del Gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño y el Superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha en busca de recursos para capacitar al cuerpo en la lucha contra el crimen común y la corrupción, así como nuevas modalidades de delitos.  El Superintendente se expresó en torno a los recientes arrestos de decenas de oficiales de la uniformada en una operación anti-corrupción realizada por el FBI.  Figueroa Sancha reconoció que existen fallas de supervisión y control en los ascensos a sargentos y en el reclutamiento de policías que como dijo "entraron con una mentalidad criminal".  El Superintendente añadió que la falta de supervisión durante muchos años permitó que prosperara la actividad criminal desde las filas policiacas.  A continuación el texto íntegro del reportaje de Catalina Jaramillo / EDLP:

NUEVA YORK -  El gobernador de Puerto Rico dijo hoy en Nueva York que la población debe estar tranquila y confiar en las instituciones de orden público de la isla ya que los policías corruptos son solo una porción de los 17 mil hombres y mujeres que sirven en el estado.
"Lo primero es que la inmensa mayoría de los policías en Puerto Rico son gente seria, decente, trabajadora y que cumplen con el deber como juramentaron cuando tomaron su juramento. Habiendo dicho eso, sin embargo, estamos limpiando la casa", dijo el gobernador Luis G. Fortuño.
El superintendente de la policía José Figueroa Sancha reconoció que hubo fallas de supervisión y control en los ascensos a sargentos y en el reclutamiento de policías que como dijo "entraron con una mentalidad criminal".
   "Por muchos años atrás ese nivel de supervisión no se le dio la atención adecuada lo que provee que estas personas puedan delinquir sin ser supervisados", dijo Figueroa Sancha.
El gobernador y el superintendente se reunieron hoy con el comisionado de la policía de Nueva York Raymond Kelly para recibir asesoría y entrenamiento.
  Fortuño mencionó que específicamente recibirán ayuda para la implementación de tecnología para luchar contra el crimen, adiestramiento para la unidad de operaciones tácticas y para una unidad de 50 policías especializados en crímenes de odio.  "Es algo que no veíamos en Puerto Rico usualmente, pero te voy a ser bien franco, últimamente estamos viendo varios incidentes que aparentan ser crímenes de odio. Y entendemos que tenemos que reaccionar rápidamente", explicó Fortuño. El gobernador agregó que hoy tendrían una reunión adicional con una unidad independiente de la policía de Nueva York que controla situaciones de corrupción. "Estamos mirando distintos mecanismos posibles de unidades externas a la policía, las cuales nunca han existido en la isla, para que puedan supervisar y mirar cualquier acto de corrupción que pueda haber en la policía de Puerto Rico", dijo Fortuño.
   El jefe de la policía de Puerto Rico, que fue parte de la Oficina Federal de Investigaciones, FBI, explicó que la investigación que terminó con 133 policías y funcionarios públicos detenidos el jueves por tráfico de drogas comenzó el 2008 cuando dos policías reportaron actos ilegales por parte de sus compañeros y que desde entonces actuaron como policías encubiertos. La operación terminó porque los encubiertos corrían peligro.
   "Que quede bien claro, vamos a continuar trabajando en equipo con el FBI y con las autoridades federales, la policía de Puerto Rico, para limpiar la casa. Y que si alguien está todavía delinquiendo lo vamos a encontrar y lo vamos a sacar", advirtió el Fortuño.
   Al ser consultado sobre por qué se usaron grabaciones telefónicas siendo que es una táctica que la Constitución de Puerto Rico prohíbe, el gobernador Fortuño dijo que utilizara todos los recursos federales necesarios para combatir la corrupción.
   "Hay que gente que no le gusta eso, a nosotros nos encanta ser parte de Estados Unidos. Y nosotros vamos a estar utilizando todos los recursos que como territorio de Estados Unidos podemos utilizar para meter en la cárcel a aquel que está cometiendo una fechoría", concluyó.